BAJARSE AL MORO
Coincide que recientemente he visto varias películas de eso que se llamó Comedia Madrileña, un cierto género que surgió en el cine español a finales de los 70 y se mantuvo en toda la década posterior, con actores fetiche como Antonio Resines y Carmen Maura y directores señeros como Fernando Trueba, con obras como Ópera Prima (1980) o Sé infiel y no mires con quién (1985); Fernando Colomo, con ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? (1978) o La vida alegre (1987) o el mismo Pedro Almodóvar, ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984). Casi todas ellas en tono de comedia ligera y desenfadada, bastante irreverente, con cierto aire pseudointelectual y postmoderno, y rodadas con el fondo del Madrid de Tierno Galván, recién estrenada la democracia y en un ambiente bastante progre. Posteriormente todos estos directores siguieron caminos diversos y casi renegaron de sus comienzos (salvo quizás Colomo que ahondó en su estilo, más depurado, en los años 90 con películas como Allegro ma non troppo o El efecto Mariposa, que tuvieron éxito de crítica y público y recuerdo que hasta marcaron de cierta forma en mi entorno universitario). Pero ahí quedó este puñado de películas que quizás convenga, en estos tiempos de pesimismo y crisis de valores, revisar, aun con la prevención que da el paso del tiempo (la estética de la época puede resultar mortal…), para encontrar un cierto respiro.