ÁGORA (y II)

Por , 15 julio 2009 23:40

agora

La otra noticia que he deglutido integramente hoy ha sido de la sección de Cultura: la reedición en España del libro Hipatia de Alejandría, de la polaca Maria Dzielska (Ed. Siruela).  Aprovecha así la editorial el tirón de la próxima película de nuestro genio Alejandro Amenábar (Ágora, estreno 9 de octubre) y protagonizada por unas de mis actrices favoritas, como ya sabéis, Rachel Weitz.Recuerdo que, hace un año, cuando leí en una revista acerca de la vida del personaje histórico Hipatia de Alejandría (que interpreta la Weitz en la película) pensé: ¡uf, qué gran guión para una película!, ignorando yo que el crack Amenábar estaba ya preparando una cinta basada en la vida azarosa y polémica de esta mujer desarrollada en Alejandría y truncada prematuramente por su linchamiento y asesinato a cargo cristianos fanáticos.
Hipatia era hija de Teón, filósofo y director de la Biblioteca del Serapeo, fue instruida en las matemáticas, la física y la filosofía. Estudió a los clásicos, especialmente Platón y ostentando la cátedra de filosofía en la escuela de Alejandría, impartiendo clases, tanto a helenistas como a cristianos, de distintas clases sociales.
Parece ser que el libro de Maria Dzielska trata de ensombrecer en parte la figura de Hipatia, dicen sus críticos que influida por su declarada militancia católica, pues los cristianos y, especialmente, el patriarca de la época en alejandría, Cirilo, no salen muy bien parados con su intervención en la muerte de la sabia y otros muchos que no quisieron adoptar el cristianismo como religión.  En todo caso es una buena referencia para conocer el personaje.
como tantas veces en la Historia, intereses y ansias de poder se apoyan en asuntos religiosos y fanatizan a las masas, provocando tragedias.  El integrismo, el sectarismo y la marginación e, incluso, genocidio, del otro, del diferente, del que opina otra cosa; son constantes en el devenir del ser ¿humano? en este mundo.
Me gusta el título de la película: ÁGORA. El ágora era un espacio público y abierto a todos los ciudadanos en torno al que se organizaban las colonias griegas y la condición imprescindible para conseguir la categoría de polis, obteniendo sus nativos la ciudadanía griega con equiparación total de derechos con los de las ciudades griegas originarias. Un espacio de relación social, comercial y cultural.
Vaya por delante mi rechazo a cualquier tribuna, púlpito, tarima, cátedra, sito web, micrófono, tertulia o contertulia, donde se pregone, predique, defienda o justifique la anulación del que es diferente.  Intentemos unir antes que separar y empecemos por las escuelas, las primeras ágoras.
Espero con ansiedad el estreno de la película. Ya la comentaremos.

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10 Responses to “ÁGORA (y II)”

  1. Enrique dice:

    Interesante. Acabo de empezarme «La mano de Fátima», un libro sobre el genocidio a los moriscos en la España renacentista. Siempre está bien educarse en las consecuencias del fanatismo.

  2. jpgalan dice:

    A Enrique:
    Gracias por tus comentarios. Supongo que estamos de acuerdo que siempre hay dos versiones de la misma historia y la Historia debería ayudarnos a reconocerlo y aprender algo de ello.

  3. flat eric dice:

    Con impaciencia esperaremos el estreno de «Agora»;Sus cuatro películas anteriores,tesis,abre los ojos,mar adentro y los otros, me parecieron formidables; si me tengo que quedar con una de ellas, sin duda,su ópera prima,Tesis,posiblemente la de menor presupuesto,pero a mi juicio, la de mayor intigra,emoción y suspense;

  4. jpgalan dice:

    Al hilo de lo que apunta Keiko sobre la edad de 25 años como la estimativa de madurez cerebral. ¿Sería conveniente elevar la mayoría de edad legal? ¿Esta debe ser única o dependería del caso, es decir, según para qué?

  5. flat eric dice:

    tenemos varias mayorías de edad, legal a los 18 años, laboral a los 16, penal a los 14……

  6. jpgalan dice:

    Para mí, mayoría de edad es a partir de cuando una persona puede hacer todo lo que quiera, dentro de las leyes vigentes y es responsable para asumir todo lo que le venga. Entiendo que debería aplicarse, al igual que la persona crece y madura y el medio en que se desarrollla va exigiendo de ella una respuesta ante situaciones cada vez más complejas, un sistema progresivo en el que se adquiera porcentualmente este status, es decir uno no puede tener 17 años con 364 días y ser menor de edad y al día siguiente, repentinamente, ya serlo. Creo que ese es el error, las situaciones en la vida real, en la naturaleza, rara vez son duales o excluyentes, no son traumáticas sino progresivas, no ocurre que se es o no se es, se va siendo.

  7. Keiko dice:

    En lo referido a la madurez cerebral debe entenderse que, desde el punto de vista neurofisiológico, no estamos desarrollados plenamente hasta esa edad, lo cual no supone que no alcancemos ninguna capacidad hasta entonces. Evidentemente, no tendría sentido ser inmaduro hasta cierta edad y de repente ser maduro en todo absolutamente. Podemos estar seguros de que un niño de 10 años sabe lo que está bien y está mal, la intencionalidad de los actos y las consecuencias de los mismos. A partir de los 12, el pensamiento pasa de lo concreto a lo formal, con lo que se supone una capacidad de abstracción y deducción suficientes para el desarrollo de la moral más allá del castigo. El desarrollo de esta capacidad está relacionado con la educación, por eso es tan importante que los menores observen buenos modelos de conducta, y la televisión no es uno de ellos: continuamente vemos como se premia el engaño, no se valora el esfuerzo y se disfruta con el sufrimiento ajeno.
    Javier Urra comentaba en una entrevista, sobre la problematica de la edad penal, que «la solución está en la educación, ¿bajar la edad?, no arreglaría nada, pues nos encontraríamos con imputados cada vez menores y entonces ¿qué haremos, bajar aún más la edad? ¿hasta cuando? ¿a los 10 meses?»
    Estoy de acuerdo con Urra, de nada sirve en centrarnos en el castigo, aunque evidentemente los jóvenes deben entender las consecuencias de sus actos y, en cierto modo, también padecer esas consecuencias. Tendríamos que ir al origen del problema, por ejemplo, los menores que cometen delitos ¿han tenido problemas con anterioridad?, en caso afirmativo ¿se les ha castigado? ¿y a sus padres? No creo que los actos graves aparezcan de repente, estoy convencida de que si conociéramos los historiales encontraríamos comportamientos previos de cierta importancia.

  8. jpgalan dice:

    A Keiko:
    Luego entonces, ¿estás de acuerdo que deberíamos implantar un sistema progresivo de adquisión de responsabilidades? En cuanto a lo de la edad penal, yo creo que no debería existir un mínimo sino una frontera, me explico: un niño o un joven y sus padres o tutores deben ser corresponsables de los actos de aquél y esa responsabilidad debe ir trasvasándose de los padres a los hijos paulatinamente, a medida que los hijos crezcan, hasta alcanzar la mayoría de edad legal. Todos tenemos claro que, en la «vida real» los padres son los responsables de lo que haga el niño (por ejemplo, si un niño rompe algo en una tienda, su padre debe pagar lo dañado ¿no?), esto es así desde que el niño nace, no hay una edad mínima. La ley debe recoger esto en su justa medida. Según el menor crece irá teniendo que asumir personalmente el daño que haga, pero también sus padres. A partir de la frontera, ya los padres lo dejan «solo» y tiene que asumir el tema íntegramente. Los adultos no pueden desentenderse de la deformación de comportamiento de los menores.
    Estoy bastante de acuerdo en que, como ley natural, el menor aprende por imitación de los mayores de su entorno y, especialmente, de sus padres. El ejemplo a seguir es fundamental, claro que si los padres son sustituidos por la tele…mal vamos.

  9. Keiko dice:

    A jpgalán:
    Me parece muy acertada y coherente tu propuesta. Los padres deberían asumir la responsabilidad de los actos de sus hijos como si de sus propios actos se tratara, el problema surge también en este punto: hay padres que lo son porque biológicamente nadie se lo puede impedir y legalmente es complicado quitar la custodia. Además de que cada caso es único, y el hecho de establecer edades concretas como punto de corte, en la práctica, complica más las cosas en vez de simplificarlas. La mayoría de edad sería la frontera, excepto en los casos de deficiencia psíquica de cualquier naturaleza, donde permanecería la corresponsabilidad de los padres o tutores legales.

  10. jpgalan dice:

    A Keiko:
    Claro, pero la frontera no sería un corte radical como el que existe hoy en día sino que sería una franja de varios años en los que el cambio sería progresivo.

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